Sí, mi nombre proviene de los pantalones vaqueros. Fuertes e indestructibles. Y si miras bien, también en mí verás tonalidades azules y grises. Se podría decir que soy tu príncipe azul.
No soy una santa, a pesar de lo que dice mi nombre. Más bien soy un diablillo. Natural pero un poco borde. ¿Gris, marrón o beis? Lo siento, ¡pero no hay color que me describa!